Desde la Parroquia San José de Puerto Tirol informaron cómo será el cronograma de actividades por la festividad de Santa Rita durante la jornada del miércoles 22.
Este año, la comunidad pedirá que la “Patrona de lo imposible” interceda por las familias, para que les alcance la gracia de Dios que esperan.
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
Martes 21 de mayo
- 22.30: Rosario por la vida
- 00.00: Misa por la vida
Miércoles 22 de mayo
- 7.00: Misa por los peregrinos
- 9.00: Misa por los enfermos y ancianos
- 11.00: Misa por las autoridades públicas
- 15.30: Procesión y misa por las familias
- 18.30: Misa por los jóvenes
- 20: Misa por el pueblo
¿QUIÉN FUE SANTA RITA?
Santa Rita de Casia llegó al mundo en el pueblo montañoso que lleva su nombre, situado en la región italiana de Umbría, un terreno fértil para las santidades. Tal es así que de aquellas latitudes son originarias varias figuras canonizadas por la liturgia, como San Benito, Santa Escolástica, San Francisco, Santa Clara, Santa Angela, San Gabriel, Santa Clara de Montefalco y San Valentín, entre otros.
Los padres de Rita se llamaban Antonio Mancini y Amata Ferri, pero eran conocidos en la zona como “los pacificadores de Cristo”, debido a que eran convocados para apagar disputas entre vecinos, en una época donde la autoridad del rey no alcanzaba a cubrir muchos de los conflictos que estallaban entre las personas.
Hija de dos personas devotas, la futura santa se crió muy cerca de la iglesia local. Transcurrió su infancia entre relicarios, vitrales, biblias e incienso, por lo que llegó a ser una profunda conocedora de la vida de Jesucristo. Su amor por Cristo hizo que, incluso, le planteara a sus padres que quería ser monja, pero Antonio y Amata ya habían decidido casarla con Paolo Ferdinando, un vecino de la zona.
La unión con Ferdinando estuvo llena de dolor para Rita, ya que su flamante marido era alcohólico, abusivo y golpeador. Pese a ello, permaneció a su lado durante 20 años y tuvieron dos gemelos. Finalmente, una noche, Paolo fue asesinado por un grupo en una reyerta, por lo que la mujer quedó dejó viuda. Tiempo después, descubrió que sus hijos estaban planeando vengar al padre.
Dando una muestra de su profunda fe, la mujer devota pidió a Dios que se los llevara antes de que pudieran cometer el pecado. Acto seguido, una enfermedad repentina y mortal cayó sobre sus descendientes, y ella pasó el tiempo de su agonía educándolos en el amor y el perdón. Para cuando ambos murieron, ya habían perdonado a los asesinos de su padre.
Luego de perder a toda su familia, Rita se entregó a la oración, la penitencia y las obras de caridad. Hacia el año 1411, solicitó ser admitida en el Convento Agustiniano, en Casia, pero no fue aceptada. Milagrosamente, después de orarles a San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino, pudo ingresar allí.
Los años que le quedaban no fueron fáciles: en 1428, se le apareció clavada en la frente una larga astilla de madera, que fue considerada como un estigma similar a los que había recibido Jesús al ser crucificado. Esta herida se cerraría muchos años después, tras los cuidados de un grupo de novicias. Pero fue solo el prólogo de una larga serie de enfermedades que la sometieron durante cuatro años en un colchón de paja, donde finalmente murió un día como este de 1457. Fue inhumada en la basílica que hoy lleva su nombre.
Su cuerpo se conserva en perfectas condiciones en este lugar. La fortaleza fundada en la fe que mostró a lo largo de su tortuosa vida la llevaron a ser considerada la “patrona de las cosas imposibles”. Además, en 1900, fue canonizada por el Papa León XIII y se convirtió así en una de las santas más populares de la Iglesia.