El 19 de junio del 2020, fallecía en la provincia el doctor Miguel Ángel Duré, víctima del coronavirus. El mismo se desempeñaba como jefe de Terapia Intensiva del Hospital Perrando, generando vínculos cercanos con todo el personal del lugar.
Su muerte fue un golpe duro en un momento apremiante de la crisis sanitaria local que se vivía en el momento.
Chaco, en ese momento, acumulaba 81 muertos, que representaba casi un 10% del total de la Argentina, y era la segunda provincia con más muertes por millón de habitantes, después de CABA.
Duré se contagió trabajando en el hospital. Sus compañeros médicos dijeron que fue por no contar con los elementos de protección adecuados. Estuvo internado 20 días peleando por su vida. Fue el primer paciente del Perrando en recibir plasma, en dos ocasiones, para morigerar los efectos de la enfermedad, pero al final no aguantó. Hizo un neumotórax bilateral, es decir que le ingresó aire en el tórax a nivel de ambos pulmones, como complicación de un procedimiento.
Conocida la noticia, el médico fallecido cosechó un reconocimiento público casi unánime e inmediato, además del cariño de sus compañeros de trabajo.
Al mismo tiempo, la muerte del médico removió viejos dolores y motivó una catarata de críticas de profesionales de la salud y vecinos chaqueños hacía la política sanitaria implementada por el entonces gobernador Jorge Capitanich.
El cuadro del doctor Miguel Ángel Duré resultó delicado, aunque era un paciente joven. Tenía 53 años. Se contagió de Covid-19 e hizo una insuficiencia respiratoria grave con falla renal, lo que obligaba una dialización.
El profesional fue el primer paciente del Hospital Perrando internado en la unidad Covid que recibió plasma de convalecientes suministrado al menos en dos oportunidades. Si bien en primera instancia la respuesta fue satisfactoria, luego surgieron otras fallas orgánicas que empeoraron su salud.
Duré era el jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Perrando, estuvo más de 25 años al servicio a la Salud Pública. En sus últimos días, desde su entorno y desde ámbitos no vinculados a la medicina, se pedían cadenas de oración por su recuperación, lo que al final no ocurrió.
El día de su muerte, sus colegas lo despidieron con aplausos y en silencio. Hicieron un cordón humano para que la camioneta utilitaria que llevaba su cuerpo pudiera salir del hospital, que era como su casa.
Este 19 de junio, Radio Facundo Quiroga recibió un mensaje ejemplar por parte de quienes fueron sus compañeros de trabajo con una imagen y la siguiente leyenda: “NADIE AÚN TE ALCANZA Y MENOS TE IGUALA. 4 AÑOS DE TU PARTIDA. ESTIMADO DR. MIGUEL ÁNGEL DURÉ. UCCEM POR SIEMPRE”.