La Escuela Técnica N°16 “Primero de Mayo”, ubicada en Resistencia, Chaco, enfrenta serias carencias que ponen en riesgo el normal desarrollo de las clases y la salud de sus estudiantes. Jorge López, director del establecimiento, admitió este lunes que desde hace meses la escuela funciona con una bomba de agua prestada por un profesor, y advirtió que si este equipo falla, las clases deberán suspenderse
“Dependemos de una bomba prestada por un docente. Si se rompe o tiene un desperfecto, no vamos a tener agua y no voy a permitir que los chicos asistan en esas condiciones”, afirmó López, destacando que ya ha tenido que suspender actividades en varias oportunidades debido a la falta de agua
Aulas sin aire y baños inservibles.
El director también denunció otros problemas críticos en la institución, que cuenta con una matrícula de casi 600 alumnos. Entre las mayores falencias se mencionó que las aulas carecen de aires acondicionados y ventiladores suficientes, lo que ha provocado casos de desmayos y desvanecimientos entre los alumnos, especialmente durante los días de altas temperaturas. “Se viene la época de calor y los chicos están expuestos. Es urgente que se realicen las reparaciones necesarias”, agregó López
Los baños, en un estado lamentable, también forman parte del reclamo. “Para tirar la cadena tienen que usar un balde”, explicó el director. Ante la falta de respuestas, los estudiantes incluso han pedido que las clases se realicen al aire libre, “bajo la sombra”, para intentar mitigar el calor extremo que sufren dentro de las aulas.
Desesperación de los padres
Griselda, madre de uno de los estudiantes, compartió la desesperación de las familias por la falta de acción del gobierno. “Nuestros hijos no tienen aire, no tienen ventiladores, los baños no funcionan y no hay una bomba de agua. Nadie del gobierno se acercó en todo el año”, expresó con indignación.
Ante esta situación, los padres consideran organizar una rifa para comprar ventiladores, ya que las condiciones actuales son insostenibles. “Necesitamos que el Ministerio de Educación nos escuche. No podemos seguir así”, concluyó Griselda.