El nuevo incremento se suma a la larga lista de subas que vienen afectando mes a mes a los alimentos básicos. Para muchas familias, comprar pan —un producto esencial en la mesa diaria— ya empieza a ser un lujo.
En abril, a nivel nacional, los panificados aumentaron un 12%, con precios que en Capital Federal alcanzan los $4.000 y en el conurbano oscilan entre $2.500 y $3.500. En Chaco, aunque los valores son más bajos, el impacto se siente igual o más fuerte por los salarios deprimidos, la falta de empleo formal y la creciente inflación en productos de primera necesidad.
Frente a este panorama, muchas familias deberán ajustar aún más su presupuesto diario, reemplazar productos o directamente reducir su consumo de pan. Y mientras tanto, el gobierno sigue sin aplicar medidas concretas para frenar la inflación o contener los precios de los alimentos que más afectan a los hogares trabajadores.