En la mañana de ayer, la Municipalidad de Resistencia fue escenario de dos protestas simultáneas que contaron con una importante presencia policial preventiva. Por un lado, los recolectores de basura reclamaban un aumento salarial y advirtieron sobre una posible huelga el próximo 2 de octubre, Día Nacional del Recolector de Residuos, si no obtienen una respuesta favorable en la reunión prevista para hoy con las autoridades municipales.
Juan Torres, representante de los trabajadores, explicó: “Con horas extras llegamos a un sueldo de $450.000, pero sin ellas son $250.000. ¿Cómo vamos a sobrevivir con eso si en un hogar promedio se gastan $10.000 por día, lo que al mes suma $300.000? Nos obligan a trabajar 12 horas extra solo para cubrir lo básico”. Los recolectores reclaman una mejora urgente en sus sueldos y denuncian la falta de equidad en la distribución de fondos: “Nos dicen que no hay plata, pero vemos cómo se otorgan bonos de $700.000 para ellos mismos”.
La reunión clave con las autoridades municipales se realizará hoy a las 10 de la mañana. De no lograrse una solución, los recolectores confirmaron que el 2 de octubre realizarán una huelga que paralizaría el servicio de recolección de residuos en la ciudad. Cabe recordar que esta fecha es de gran importancia para el gremio, ya que desde la sanción de la Ley 24.854, se conmemora el Día Nacional del Recolector de Residuos, reconociendo la labor esencial que realizan para mantener las ciudades limpias y saludables.
Otra protesta en la misma jornada
Simultáneamente, Daiana Insaurralde y Laura Sánchez, representantes de un grupo de municipales autoconvocados, se sumaron a las protestas. “Nos sumamos al reclamo de los trabajadores activos y pasivos. Somos parte de los 400 empleados despedidos a principios de año por Roy Abelardo Nikisch, bajo el pretexto de austeridad. Es indignante que, mientras nos dejan sin trabajo, los funcionarios se otorgan bonos de $700.000”.
Las manifestantes denunciaron que, con sueldos de apenas $170.000, fueron despedidas bajo la excusa de reducir el gasto público, pero ese dinero “se utiliza para enriquecer a los de arriba”. La ordenanza que autorizó estos pagos fue aprobada en marzo con mayoría oficialista, lo que generó el repudio de gran parte de los trabajadores municipales que ven cómo se les niega mejoras salariales mientras los funcionarios se benefician con montos millonarios.
Esta situación de conflicto pone de manifiesto la creciente insatisfacción entre los trabajadores municipales de Resistencia, quienes exigen mayor justicia en la distribución de los recursos y advierten sobre un agravamiento de las protestas si no se atienden sus demandas.