La reciente viralización de un fragmento de meteorito vendido en el programa estadounidense “El precio de la historia” volvió a poner en discusión la situación legal de estos cuerpos celestes en la Argentina. Aunque el episodio fue grabado en 2020, su reemisión generó una fuerte indignación por tratarse de un objeto perteneciente a la región de Campo del Cielo, ubicada entre Chaco y Santiago del Estero. La venta por 7.000 dólares evidenció una problemática latente: el tráfico y la tenencia ilegal de meteoritos, pese a estar protegidos por la legislación nacional.
En diálogo con N9, el subsecretario de Modernización del Chaco, Federico Valdés, recordó que “los meteoritos fueron incorporados en 2007 como bienes culturales nacionales, por lo tanto su comercialización está prohibida“. Destacó que estas piezas están amparadas por la Ley 25.197, la Convención de la UNESCO de 1970 y tratados internacionales que prohíben el comercio de bienes culturales obtenidos de forma ilícita. “Aplicamos razonamientos similares a los que se usan en arqueología: si un objeto fue sacado de su lugar sin autorización, no puede ser exhibido ni vendido en otro sitio“, explicó.
En ese contexto, Valdés detalló que la provincia del Chaco ha logrado avances significativos a través de un proceso informalmente conocido como “Vuelta a casa”. En 2024, se concretó la restitución de dos meteoritos hallados en un museo de Entre Ríos, tras un litigio patrimonial inédito entre provincias. “Fue la primera vez que se aplicó la normativa internacional entre jurisdicciones internas“, señaló. Actualmente, se tramita el regreso de otras piezas desde Chile —donde fueron incautadas por Aduana— y de un meteorito localizado en Formosa. Según Valdés, “el inventario elaborado por la Sociedad de Astronomía del Chaco permitió identificar estas piezas robadas con precisión”.
Campo del Cielo es uno de los yacimientos meteóricos más importantes del mundo. Allí se encuentran, entre otros, el segundo y el tercer meteorito más grandes del planeta. Con más de 3.500 toneladas de hierro y níquel diseminadas en 300 kilómetros cuadrados, representa un valor incalculable para la ciencia, el turismo y la identidad chaqueña. “Uno no cuida lo que no conoce. Que se viralice esta indignación es positivo porque la gente empieza a valorar lo que es nuestro“, reflexionó Valdés. Y agregó: “Estamos trabajando para que Campo del Cielo no solo sea un atractivo turístico, sino también un centro de investigación y conservación de nuestro patrimonio natural”.